El entrenador de un equipo escolar tiene un cambio drástico y frustrante en su carrera, pero la persona más inesperada lo ayudará a saber de lo que es capaz.
En una escuela cristiana evangélica del estado de Georgia todo marcha bien. Especialmente esperanzador es el futuro para la familia compuesta por John (Alex Kendrick) y Amy Harrison (Shari Rigby) así como para el hijo mayor de ambos Ethan (Jack Sterner) que espera conseguir una beca deportiva en la universidad. Su padre además de profesor de historia es el entrenador del equipo y esperan ganar el próximo campeonato interescolar. Todo se viene abajo cuando una empresa importante cierra y deja sin empleo a muchas personas. Varias familias abandonan el lugar dando pie a pérdidas y reestructuraciones en la escuela. La directora (Priscilla C. Shirer) abre un nuevo programa de atletismo y pone a John como entrenador de un deporte que no practica y no conoce. Perplejo, frustrado y enojado se entera que sólo tiene una alumna para entrenar, Hannah (Aryn Wright-Thompson) que además de asmática, carga una gran problemática familiar. Para buena suerte de Hannah, el entrenador conoce a Thomas Hill (Cameron Arnett) quien hace tiempo practicaba carreras a campo traviesa; ahora padece complicaciones graves por la diabetes y le ofrece compartir sus experiencias de atletismo. A partir de este momento la historia da un giro inesperado y cautivante.
Los hermanos Kendrick, Alex Stephen, quienes han creado los guiones de películas como: “War Room”, 2015; “Courageous”, 2011 y “Fireproof”, 2008, nuevamente unen su talento en esta producción en la que Alex Kendrick dirige y tiene el papel del entrenador que entra en una situación de inestabilidad al ver frustrados sus planes a corto plazo. La película tiene excelentes mensajes sobre el proceso para perdonar situaciones humanamente imperdonables, el paralelismo entre una familia disfuncional y otra fundamentada en el amor maduro, la comunicación de calidad y el respeto mutuo. Además el matrimonio cuenta con un valor agregado: la fe en Dios que se manifiesta de manera natural en su vida diaria.
Vale la pena aprovechar la película para meditar y charlar en familia o con los amigos en varias ideas que surgen en los diálogos: “no permitas que el pasado te frene” y toda persona tiene un gran valor y dignidad, nadie es un error en este mundo.
Debido a algunos tema adultos, mención de personas que eran drogadictos y un personaje que desahoga su ira quebrando un objeto, no será del interés de niños muy pequeños. Está clasificada por la MPAA en PG, para que los padres guíen a sus hijos.