Un capo facilita la entrada de terroristas islámicos a EE UU desde México y el Pentágono, en represalia, crea una guerra entre narcotraficantes en la frontera.
Terroristas musulmanes han realizado un atentado en la ciudad de Kansas y las investigaciones sugieren que los yihadistas que lo perpetraron ingresaron al territorio estadounidense mezclados con un grupo de inmigrantes ilegales, acarreados por traficantes de personas ligados a mafias del narcotráfico. Para evitar que se propague el flujo de terroristas a través de la frontera con México, el Pentágono asigna al agente Matt Graver (Josh Brolin) la misión de provocar una guerra entre grupos criminales rivales. El detonador de estos enfrentamientos es el secuestro de Isabela Reyes (Isabela Moner) hija de un poderoso capo. El agente Graver contrata como apoyo para este trabajo sucio, al abogado Alejandro Gillick (Benicio Del Toro) a quien la venganza todavía lo mueve contra la familia Reyes. Cuando sus planes salen de control, se ven de pronto ante un conflicto de conciencia.
Cinta intensa dirigida por Stefano Sollima que, aunque cuenta con una narrativa bien hilvanada que capta el interés, está lejos de su predecesora. Benicio Del Toro hace un buen papel, así como Josh Brolin en su rol de agente rudo que sabe hacer trabajos sucios sin involucrar al sistema; para él “el fin justifica los medios”. Los minutos transcurren y después de baños de sangre y violencia repelente, aflora un rastro de humanidad en algunos personajes. Aún así es una cinta depresiva y violenta que personas sensibles podrían no soportar.
Debido a temas de narcotráfico, tráfico de personas, violencia sangrienta, balaceras, puñetazos, choques de autos, una escena en que yihadistas suicidas lastiman inocentes, tortura, secuestros, asesinatos a quemarropa, lenguaje vulgar, dos adolescentes que fuman marihuana y uso de bebidas alcohólicas, está clasificada por la MPAA con contenido para adultos. www.cinesintesis.mx