Una religiosa que atiende huérfanos, cuando llega la guerra a Francia, comienza a ayudar a presos franceses a escapar de los nazis.
Sor Helena Studler (Assumpta Serna) es una religiosa de la orden de las Hijas de la Caridad, fundada por San Vicente de Paúl para servir a los más pobres. En la Segunda Guerra Mundial, los nazis llegan a la ciudad de Metz, y las autoridades locales huyen, por lo que los soldados alemanes ocupan los puestos de gobierno en la pequeña población. Cuando Sor Helena se entera que a pocos kilómetros hay una finca que ha sido convertida en prisión para soldados franceses; va con su grupo de voluntarios a cubrir sus necesidades básicas: cobijas, ropa, medicinas y más que nada la compañía y el consuelo para darles esperanza. Más tarde, sin embargo, aprovecha esa situación para crear una red de contactos y apoyos para ayudar a escapar a los presos franceses. Esa forma osada de actuar la pone en un gran riesgo a ella, al grupo de voluntarios que la acompañan, al orfanatorio que administran en esa población, así como la posibilidad de comprometer a la orden completa.
Pablo Moreno quien escribe el guion y dirige la cinta, entrega la historia de una heroína, para Francia y especialmente para las familias de los soldados que ayudó a escapar y llegaron a ser más de dos mil, entre los que se encontraba el joven François Mitterrand, quien llegó a ser Presidente de la República Francesa. La producción, aunque de bajo presupuesto y modesta, ofrece todas las condiciones para que el público quede envuelto en el contexto bélico, social y político de la época. Además, el trabajo interpretativo es bueno.
El director P. Moreno es hábil para contar historias reales de personas que han llegado a situaciones heroicas motivadas por su fe, como es el caso de la película “Un Dios Prohibido”, de 2013, en la que expone el martirio de 51 miembros de la comunidad Claretiana de Barbastro, en España, perpetrado por anarquistas de izquierda en los años ‘30; esto sucedió sólo por el “delito” de ser católicos y negarse a renegar de su fe. Otra poderosa cinta del mismo director es “Poveda” que cuenta la historia del sacerdote Pedro Poveda, un gran promotor de la educación para las mujeres y que por su labor fue martirizado en esa misma época tan difícil para los católicos en España.
Debido a escenas de tiroteos, personas en prisión, torturas y arrestos de civiles, así como temas político-históricos difíciles de entender por menores, está clasificada para adolescentes y adultos.