Una familia de inadaptados engaña a un matrimonio joven para sacar provecho, pero la mentira no llega lejos.
Ki-woo (Woo-sik Choi) vive con su familia, los Kim (Kang-ho Song, Sun-kyun Lee, So-dam Park), en una pocilga de un barrio marginal. Todos ellos están desempleados y viven precariamente. Por eso cuando a Ki-woo se le presenta la oportunidad de trabajar como profesor de Inglés para la familia Park, aprovecha para acomodar a su hermana y a sus padres como empleados de esta familia, impersonando diversas profesiones y oficios mediante trucos y engaños. Empiezan así una labor de rapiña furtiva y paulatina, tomando ventaja de la ingenuidad de los Park. Sin embargo, como suele decirse, “la mentira tiene las patas cortas” y eventualmente la farsa es descubierta con consecuencias inesperadas.
Aunque la cinta empieza con tintes de comedia, el director Bon Joon-ho, sobre un guion escrito por él mismo y Han Jin-won, da un giro y a partir de la segunda mitad, la historia se adentra en los terrenos del suspenso para terminar en un drama intenso e impredecible. Las actuaciones del reparto son excelentes y se percibe una gran naturalidad en cada personaje. Las drásticas diferencias entre ricos y pobres en un país de primer mundo así como la indiferencia social ante los más necesitados, son el germen de profundos resentimientos, latentes hasta que afloran con violencia ante la provocación más inesperada. Igualmente perniciosa es la actitud de gente en situación precaria pero con talentos que, en lugar de utilizarlos para conseguir empleos honestos y bien remunerados, los usan para estafar. Estos son temas que subyacen en la narrativa y merecen una reflexión seria. La cinta ganó, entre otros, el Óscar a Mejor Película.
Debido a violencia sangrienta, una relación sexual parcialmente gráfica y lenguaje vulgar abundante, está clasificada por la MPAA con contenido para adultos.