Al verse rechazado por la mujer que acaba de seducir, un psicópata reacciona violentamente.
Tara (Jamie Alexander) es una mujer próxima a casarse con Michael (Cam Gigandet), por lo que viaja a Nueva Orléans con sus amigas en una fiesta de despedida de soltera. Mientras se divierte y bebe alcohol dialoga con el cantinero Patrick (Wes Bentley), que le parece apuesto y seductor. Dejándose llevar por la sensualidad, la joven tiene un encuentro sexual con él y al despertar, se da cuenta de que es un tipo inestable que actúa extraño y decide despedirse cuanto antes. El cantinero no se dará por vencido y, obsesionado, seguirá a Tara para impedir su matrimonio.
El director Bram Coppens presenta un juego de “el gato y el ratón”, es decir, entre un psicópata obsesivo-compulsivo que persigue a una damisela arrepentida de haber caído en sus brazos. Es una cinta con una narrativa convencional y de fórmula, pero funciona como historia de advertencia cuya moraleja es clara y muy actual.
Debido a escenas sexuales con desnudez parcial, violencia sangrienta, un tema perturbador y lenguaje grosero está clasificada por la MPAA para mayores de 18 años.