Al estilo de las antiguas producciones musicales, pero en tiempos modernos, un par de soñadores llegan a Los Ángeles, Ca., con la esperanza de realizar sus proyectos.
Mia (Emma Stone), es una aspirante a actriz que atiende la caja de una cafetería mientras llega su oportunidad. Por otro lado está Sebastián (Ryan Gosling), un brillante pianista con una pasión por el jazz, que lo hace sufrir ante la falta de sensibilidad del público promedio por la buena música. Él sueña con abrir un club al que asistan clientes que aprecien a grandes músicos interpretando el mejor jazz de todos los tiempos. Buscando realizar sus anhelos y apoyándose mutuamente, el amor se asoma por una rendija.
Damien Chazelle entrega una encantadora cinta que hace un homenaje a películas musicales clásicas y que además fomenta la realización de los sueños. Lo que podría ser un tema trillado, Chazelle lo presenta de manera creativa y agradable. Las actuaciones de Emma Stone y Ryan Gosling son muy convincentes, los personajes principales tienen excelente química y saben transmitir al público sus emociones: alegría, esperanza, frustración, miedo e ilusiones. Los números musicales y coreografías son de gran calidad; un contexto excelente para entender las motivaciones que disparan el actuar de los protagonistas. El final es digno de un clásico.
La película obtuvo 6 Óscares: Mejor Actriz, Mejor Director, Mejor Fotografía, Mejor Música Original, Mejor Canción Original y Mejor Diseño de Producción. Además mereció 8 nominaciones, entre ellas, Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Guión Original.
Debido a insinuaciones de una pareja que vive en unión libre y por lenguaje grosero está clasificada para mayores de 13 años.