El capitán de un destructor que escolta un convoy en el Atlántico se enfrenta al ataque de submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial.
Después de despedirse de su prometida Evelyn (Elizabeth Shue), el capitán Krause (Tom Hanks) se embarca en un destructor al que ha sido asignado para escoltar un convoy en su ruta hacia Inglaterra. Estamos en 1942 y la travesía del Atlántico es extremadamente riesgosa debido a los submarinos alemanes que infestan el océano para hundir a los barcos mercantes que transportan tropas y pertrechos, en lo que se conoce como la “Batalla del Atlántico”.
Es la primera vez que Krause dirige una misión de esta envergadura, su nerviosismo inicial es evidente pero pronto se sobrepone y, haciendo uso de sus conocimientos y su liderazgo, dirige una cacería hábil y efectiva de los sumergibles que han iniciado un ataque implacable contra el convoy.
Excelente adaptación de la novela de C.S. Forester “The Good Sheperd”, por parte del propio Tom Hanks y dirigida por Aaron Schneider. La amalgama de sentimientos que inunda el ánimo de los combatientes -nostalgia por los que dejaron en sus lugares de origen, ansiedad antes de la batalla, temor de ser herido o muerto, etc.- inundan la historia con gran realismo y relata fielmente una etapa de la guerra especialmente crítica para los Aliados, al grado de que Inglaterra estuvo a punto de ser estrangulada por la letalidad de los submarinos alemanes. Las acciones se sitúan en 1942 y no fue sino hasta fines de 1943 cuando la balanza empezó a inclinarse a favor de la marina Anglo-Estadounidense. El capitán Krause es la imagen de tantos héroes anónimos que combatieron, tanto en el bando aliado como en el alemán, en el gran conflicto mundial. Interpretado estupendamente por Hanks, refleja fielmente el peso de la gran responsabilidad que supone la protección del convoy. Su falta de experiencia provoca recelos entre la tripulación, pero con una actitud respetuosa que reconoce las habilidades de cada uno y, sobre todo, mostrando un interés genuino por sus hombres, Krause crea un ambiente de participación convencida, fuente de la autoridad auténtica. Los actores de reparto hacen un trabajo magnífico y los efectos de computadora son impresionantes, especialmente en la recreación de las batallas.
Debido a violencia de guerra y situaciones de peligro intenso, está clasificada por la MPAA con contenido para mayores de 13 años.