Ser diferente entre “dotados” hace que una adolescente se sienta desconectada y eso la impulsa a buscar respuestas.
Por un extraño encantamiento, los miembros de la Familia Madrigal son favorecidos con un don extraordinario y viven en una casa fantástica, aislados entre las montañas de Colombia, en una comunidad apacible a la que ayudan con los poderes que todos los Madrigal han recibido. Todos excepto Mirabel. Esto atormenta a la chica, que ignora la razón por la que ha sido excluida y se siente relegada en su familia. Ella empieza a cuestionarse cuál es su papel en la Casa Madrigal, hasta que un día tiene la visión de una terrible catástrofe y, a pesar de las advertencias de todos, inicia una búsqueda para tratar de encontrar el origen de su visión y, de paso, las respuestas a su situación personal.
Los guionistas Jared Bush, Byron Howard, Charise Castro Smith, quienes también dirigen el filme, presentan una película memorable llena de colorido y acción, animada con una cinta sonora estupenda a cargo de Lin-Manuel Miranda. Los personajes son variados y entrañables y se abordan temas de fondo muy actuales que se pueden comentar en la familia, como el valor intrínseco de las personas más allá de sus capacidades, su utilidad y su imagen; la obsesión por el perfeccionismo y las neurosis que esto origina, así como el efecto liberador de reconocer los propios límites. Prevalece en toda la historia la centralidad de la familia, el cariño y la voluntad que es fundamental para lograr los cambios necesarios.
Contiene algunos cabos sueltos que conviene que los padres contextualicen que es una fantasía y tomen en cuenta en caso de que despierten alguna inquietud en los pequeños, como es el origen incierto de la “magia” que otorga los poderes a los Madrigal, así como un proceso para ver el futuro que pudiera asemejarse a un conjuro de artes ocultas.
Debido a violencia breve y algunas situaciones de peligro, está clasificada por la MPAA en PG, con contenido para toda la familia con la guía de los padres.